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Decorar con cuadros abstractos
El arte abstracto es sin duda uno de los estilos más utilizados para ambientar espacios y darle un toque distinguido y elegante. Por ello hoy en nuestro blog abarcamos este estilo pictórico tan especial y te daremos algunos consejos para que lo integres perfectamente en tu decoración. ¿Empezamos?
Origen del arte abstracto
El arte abstracto, se caracteriza por alejarse de las representaciones figurativas de la realidad, las formas y el espacio. No se limita a la visión de la realidad, sino que la representa de una forma diferente e individual, por eso, las obras correspondientes a este tipo de arte carecen de significado lógico para sus espectadores.
El arte abstracto, supuso un gran cambio, puesto que desde el origen del renacimiento, el arte se basaba en la lógica, intentando representar literalmente la realidad, incorporando detalles e imitando las formas reales de los objetos, los espacios, la iluminación y la perspectiva.
Fue a partir de 1910, como contraposición al realismo y tras la aparición de la fotografía (que intentó suplantar al arte figurativo), cuando surgió este nuevo tipo de arte, basado en el lenguaje visual autónomo y dotado de significaciones individuales.
Diferentes corrientes pictóricas con estilo abstracto
Existen diferentes corrientes dentro del arte abstracto, por lo que existe una amplia variedad de cuadros capaz de adaptarse a cada estilo de decoración:
- Expresionismo abstracto: Presenta formas con multiplicidad de colores que llenan el espacio.
- Neoplasticismo: Destacan las formas geométricas regulares en colores primarios conjuntamente con el blanco y el negro.
- Constructivismo: Compone con elementos transparentes, formas geométricas, planas y lineales, enfatizando estructuras y relieves.
- Informalismo: Carece de geometría en sus formas, privilegiando la pintura, el color y la textura de los materiales.
Consejos para colocar cuadros abstractos
Los cuadros abstractos aportan elegancia y vanguardismo al espacio. Por lo tanto, encajan perfectamente en ambientes con una decoración moderna, donde primen las líneas rectas y el minimalismo. Sin embargo, los espacios clásicos también pueden completarse con cuadros abstractos, para romper la monotonía del estilo y crear espacios más dinámicos y vanguardistas.
Una pared de ladrillo visto es un lugar ideal para el colocar un cuadro abstracto. Es importante seleccionar un cuadro cuyos colores destaquen sobre el fondo de color ladrillo, para conseguir un efecto extraordinario.
Los cuadros abstractos lucen especialmente bien en paredes amplias desnudas, o colocado encima de un sofá. Una idea estupenda para cuadros muy grandes, es dejarlos apoyados en el suelo en lugar de colgarlos.
En una oficina o espacio de trabajo, el arte abstracto es una de las mejores opciones, puesto que evita tener que elegir una temática para los cuadros. Para conseguir un efecto vanguardista, combina el cuadro con los tonos del mobiliario.